Casa llena, corazón contento | Odisseo Teatro Metropólitan

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Txt: Cosette Vazquez Fotos: Cortesía de Ocesa

Con dos SoldOut, un montón de emociones y fans eufóricos, Odisseo se presentó en su primera noche en el Teatro Metropólitan. Un show que nos confirma lo bien que le sientan los cambios a la agrupación y el amor que se han ganado a lo largo de los años de carrera.

Desde la entrada en el ambiente se sentía cierta nostalgia y si bien podríamos atribuírselo a la lluvia, también era el conjunto de generaciones entre aquellos que siguen a la banda desde sus inicios y aquellos que se nota es de sus primeros conciertos.

Ya en el interior cada asiento estaba lleno, a diferencia de otros conciertos donde los asistentes llegan en el último minuto. Todos con bebida en mano y una plática amena antes de comenzar, algunos gritos de emoción y un poco de desesperación para que comenzara el show. Eran las 8:40 cuando las luces se apagaron, los gritos comenzaron y los 5 integrantes aparecieron en la tarima.

El Intro nos brindó unas luces que iluminaban algunas de las caras de las primeras filas, muchas de ellas miraban con cara de asombro y como si de un meme se tratara sus ojos brillaban.

Al comenzar Admirador, su segunda canción, no podíamos dejar de ver a sus fans una pareja cerca, se cantaba al oído, como si ese momento fuera una reconciliación y un mejor comienzo tanto para su estancia en el concierto como para su relación en general.

Lobo Cordero y Gustándonos fueron canciones para el baile, dos chicas comentaron lo normal que se escuchaban las canciones y la poca diferencia con el vocalista original. Algunos más que habían llegado con chamarra e impermeable comenzaban a quitarse las capas de ropa al calor de los pasos de baile.

Con algunos éxitos como Ingenuos, Invencibles y Barry aquellos fans que de corazón empezaron a desbordar emoción e incluso romper algunos tímpanos con sus gritos. Algunos más comenzaban a pedir más cervezas para calmar su sed en medio de una lluvia de recuerdos.

Todo iba bien, tranquilo y emocionante, hasta que los primeros acordes de Pacto comenzaron a sonar y sin más un asistente exploto en llanto: tomo su teléfono para marcar sin respuesta alguna un contacto que contenía corazones rotos en su nombre y su solución, un audio en whatsapp que afortunadamente no tenía el video activado, pero sí no se conmovió con el llanto y gritos, nada lo hubiera logrado.

Del otro lado e inmutado ante el acto que ocurría en el escenario y el drama que se acababa de vivir en su fila, un novio, de esos que usan playeras de No me gusta la banda, solo vengo por ella, scrolleaba facebook sin parar y enviaba mensajes de cuan aburrido estaba a lo que parecía un grupo de amigos.

Ella entre gritos y saltos intentaba ignorar que su acompañante no volteo a verla ni una vez, para su suerte Juan en el escenario anuncio Llama Gemela que parece ser su canción favorita y sin más comenzó a bailar.

¿Han visto 27 bodas? Sí, esa romcom cursi, en ella hay una escena donde menciona que su parte favorita de la boda es mirar al novio mientras entra la novia, pues oficialmente les decimos que nuestra parte favorita de un concierto es mirar a los fans.

Poco antes de despedirse, los fans, aquellos que llevaban muchas capas de ropa, estaban con una simple playera, bañados en sudor de tanto bailar. Una pareja de amigos compartían papel higiénico entre limpiar las lágrimas y darse un abrazo para reconfortar.

La emoción se convirtió en euforia al ver al vocalista caminar entre los asientos mientras cantaba: Nube Fantasma y algunos con mucha suerte compartieron por unos instantes un abrazo, antes claro que cualquier persona de seguridad los regresara a sus asientos.

Así, entre lágrimas, sudor y saliva, Odisseo nos regaló un show que marca su consolidación como banda y prometiendo pronto mucha nueva música.