Sin duda alguna, el concierto de Slash y Myles Kennedy fue una auténtica montaña rusa de emociones, de la cual el Pepsi Center fue testigo.
Cuando las luces se apagaron, el corazón empezó a latir con fuerza, anticipando el momento en que el legendario guitarrista subiría al escenario. Y ahí estaba, con su sombrero y su guitarra, desatando un torbellino de energía, por otro lado apareció Myles, quien con su facha de rockstar enloqueció a todos los presentes.
La magia de Slash con la guitarra no tiene comparación. Cada nota que salía de su instrumento parecía contar una historia, conectando con la esencia del rock de una manera que solo él sabe hacer. La multitud, completamente entregada, respondía con gritos y aplausos a cada solo que parecía hablar directamente a sus almas.
El setlist fue una mezcla perfecta pues fue un viaje a través del tiempo musical de Slash y Myles, viaje que el publico estuvo dispuesto a disfrutar.
En resumen, no fue solo un espectáculo musical, fue una experiencia para los apasionados del rock, mientras que nos hicieron asegurar que la combinación de Slash y Myles es una locura musical.