Bicentenario de la 9na Sinfonía de Ludwig van Beethoven

Siete de mayo, media tarde en Austria, un estreno que a presión social Ludwig tuvo que acceder para realizarlo en Viena. Un tipo de pocos amigos, reservado, casi con sordera absoluto, quien, a pesar de estar en el estreno de su obra final, se le ignoro en algunas de sus anotaciones en la partitura por parte de los intérpretes.


Siete de mayo, tarde noche en Ciudad de México, 200 años después de su estreno, después de sus criticas tales como “pretenciosa”, “ruidosa”, “muy rápida y muchos movimientos” ¿Será que la 9na era el punk de la música clásica? Sentó las bases para el romanticismo musical del siglo XIX, así como el punk para el post punk. ¿Paralelismos?


Siete de mayo, me sentía como el meme de Bart cuando pregunta, “¿Porque tan elegante Homero?” Pues a pesar de ya haber escuchado la 9na sinfonía 3 veces en vivo, esta vez era especial, en mi mente todo se replicaba en aquella tarde en Viena hace 200 años y sentir lo que sintieron al escucharla por primera vez, esta vez dirigidos por Rodrigo Macías y las voces de Angelica Alejandre (soprano), Alejandra Gómez (mezzosoprano) y Rodrigo Garciarroyo (tenor), ante un Auditorio Nacional casi lleno y un concierto de casi 2 horas de duración en las cuales nos transportamos al Teatro de la Corte Imperial en aquella Viena de 1824.