María José deslumbró en el Palacio de los Deportes con un espectáculo lleno de energía y emociones. La noche estuvo marcada por un recorrido a través de sus grandes éxitos, desde «Prefiero ser su amante» hasta «Él era perfecto.» Su poderosa voz, combinada con una producción visual impecable y un cuerpo de bailarines que elevó cada número, hicieron vibrar al público que no dejó de cantar y aplaudir en todo momento. La Josa, como es conocida cariñosamente, mostró su versatilidad y conexión con el público, manteniéndolos al borde de la euforia durante todo el show. Como sorpresa, el legendario cantautor Napoleón subió al escenario para interpretar junto a ella «Eres» y «Vive» mientras que el grupo Matisse encendió la noche con una colaboración especial que desató los aplausos.
El momento más emotivo de la noche fue cuando María José interpretó sus baladas más íntimas, como «Me equivoqué» y «No soy una señora,» dejando en claro por qué es una de las voces más queridas de México. Con un juego de luces que complementó cada canción y una producción musical en vivo que llenó de energía el recinto, la artista demostró una vez más por qué sigue siendo un referente en el pop nacional.